Con materiales nobles
En 2020, las amigas Sofía Donoso y Antonia Epple, ambas pedagogas de educación básica, regresaron de Australia, donde, en palabras de Sofía, estaban “viviendo una vida muy utópica”. Pero, llenas de esa energía positiva que les dejó su viaje, rápidamente supieron que querían emprender algo juntas.
“Las dos estábamos trabajando en distintos colegios, pero siempre buscábamos hacer algo más. Además de la educación, a las dos siempre nos gustó la decoración. Y nos pasábamos datos, hacíamos shopping juntas, qué sé yo. Y una tarde comentamos que ninguna de las dos encontrábamos espejos. Pero no el típico espejo detrás de la puerta, sino un espejo que fuese más importante, un objeto decorativo que le diera calidez al ambiente”, cuenta Sofía Donoso.
Los pocos espejos que encontraban eran carísimos. “Y en su campo mi papá tenía maderas recicladas de cubas antiguas. Entonces empezamos a hacer espejos con esas maderas”, recuerda.
“Nuestros productos tienen un efecto que es moderno, pero acogedor y cálido a la vez”, dice Sofía Donoso.
“La Anto y yo amamos gozar lo simple de la vida. Yo vivo en Pichilemu, en una casita chiquitita y sencilla, pero al frente de la playa. Y a las dos nos encantan la naturaleza y el deporte, entonces esto va muy ligado a eso. Los materiales que usamos para cada uno de nuestros productos son todos nobles. También nos encanta compartir con el resto de la gente y disfrutar de cada momento. Y siento que cada una de las cosas que vendemos invita a esa calidez humana, a hacer que el espacio (donde se vive) llame a compartir. Las dos somos muy cálidas y acogedoras”, explica.
Sus productos los elaboran artesanos de distintos lugares de Chile.
También comenta que la idea es que sus productos –que mandan a hacer artesanos de diferentes partes del país– sean cálidos, con personalidad y contemporáneos.
“Además de espejos, vendemos velas, fanales, fuentes de velas, lámparas de pie, lámparas de velador y bandejas de fierro. Y nos fijamos en verdad en cada detalle. Las pantallas de las lámparas son de cuero en su mayoría, y la luz que se traspasa tanto de las pantallas de cuero como de las fuentes de velas es cálida. En resumen, nuestros productos son rústicos, pero modernos y cálidos a la vez”.


