“Diseñadora de profesión y artesana de corazón”. Así se presenta Carmen Morandé (48 años), creadora de la marca Neta Upcycle Design. En su autodefinición, eso sí, le falta agregar que la ecología es parte de su alma: “Me gusta crear con materiales que me llaman la atención por su nobleza o por su reutilización a través de la creatividad”.
Durante 20 años, Carmen trabajó junto a artesanos peruanos diseñando productos textiles, especialmente alfombras de lana de llama. “Con ellos conocí el concepto de ‘comercio justo’ y la importancia de trabajar en conjunto artesanos y diseñadores”, cuenta.
Atando Cabos desarrolla soluciones para convertir desechos plásticos de la Patagonia en nuevas materias primas y productos.
En 2018 tenía en mente hacer algo similar en Chile, pero con un giro más ecológico, reutilizando materiales desechados. “Una amiga me llevó a conocer el proyecto Atando Cabos”, recuerda.
Atando Cabos es una clean tech company que desarrolla soluciones tecnológicas colaborativas para convertir desechos plásticos masivos de la Patagonia en nuevas materias primas y productos. “Gracias a ellos puedo recolectar y encontrar material para trabajar. Utilizo lo que sale del mar y los colores que van llegando a la fábrica, donde ellos procesan los cabos (las cuerdas) y los transforman en nuevos objetos; nunca sé con qué cabos me voy a encontrar”, cuenta sobre su trabajo.
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Partió haciendo alfombras plásticas tejidas a telar, pero con el tiempo dejó de hacerlas “porque este material no funciona muy bien con el roce constante”. Por eso optó por las lámparas.
“Poder trabajar en lo que más me apasiona y, al mismo tiempo, proporcionar empleo a otras personas hace que disfrute cada día de lo que hago”, dice Carmen Morandé.
“En la pandemia empecé a probar cómo tejer este material y darle forma, también desarrollé unos kits de cestería con un sistema de impresión 3D, para lograr simplificar el trabajo y para que cada uno pueda hacer su propia lámpara o canasto con un link donde voy guiando cómo hacerlo”, comenta.
Lo que más la hace feliz de su trabajo, dice, es, en primer lugar, ofrecer un mensaje positivo y creativo para abordar problemas de manera innovadora. “Por otro lado, el hecho de poder trabajar en lo que más me apasiona y, al mismo tiempo, proporcionar empleo a otros hace que disfrute cada día de lo que hago”, comenta.
Su taller está en su casa: “Ahí es donde hago clases y también donde nos juntamos con las demás tejedoras a compartir y aprender a hacer los diferentes diseños de lámparas que después cada una produce en su casa”.
Junto a la fundación Abriendo Puertas están incorporando a ex mujeres privadas de libertad a su red de tejedoras.
Además, este año, junto a la fundación Abriendo Puertas, ella y dos tejedoras de su equipo están enseñando a ex mujeres privadas de libertad a tejer y a ser parte de su red de tejedoras. “Neta tiene un enfoque único en enseñar e incorporar a más personas en su red de tejedoras, contribuyendo así a la reinserción laboral y fomentando un mayor bienestar a través de la práctica de la meditación activa a través de la manualidad», dice.